Para la mayoría el 2020 fue un año para el olvido, para otros no tanto e incluso, para algunos privilegiados, fue un muy buen año. Pero más allá de las valoraciones personales, si hacemos un balance general, fue un año de mierda, la pandemia y la crisis económica que acarreó sumado a las catástrofes ambientales y la creciente tensión entre las potencias globales fundamentan mi punto. Pero hay algo para rescatar, los músicos no se tomaron vacaciones y nos entregaron grandes producciones para que disfrutemos comodos desde nuestros hogares o poniendo el pecho en el trabajo. El objetivo de este post es rescatar ese esfuerzo y hablar sobre ellos un poco, esto no quiere decir que estos 3 LP's sean los mejores del 2020 ni nada por el estilo, simplemente los escuché y los disfruté, así que quise hablar de ellos. Mi idea en este caso fue traer bandas relativamente under, aclaro lo de relativo porque hay mucha gente que piensa que si ya haces más de 2 demos y grabas un disco sos del mainstream, tampoco soy de esos hijos de puta que te va a presentar grupos de la talla de Katatonia como under porque no son tan conocidos. También, aclaró que no pongo un puntaje, ni nada de eso, porque estos álbum mantienen un nivel de calidad de bueno para arriba, así que no le encontré sentido a asignarle una valoración numérica, por algo los elegí. Los más atentos van a notar que son todos grupos de habla inglesa u originarios del primer mundo, no se preocupen, que tengo pensado más adelante hablar de discos de bandas argentinas o latinas del 2020 que me hayan gustado. Sin más que agregar, acá les presentó 3 álbumes del 2020...
Sweeping Promises - Hunger for a Way Out
Los Sweeping Promises son una banda prácticamente nueva de postpunk, con elementos del new wave de fines de los 70's originaria de Boston. Tienen una marcada onda bailable, pero al mismo tiempo dejan ver un costado irreverente - y a veces, un tanto oscuro - sobre todo por la voz de Lira Mondal, siendo el factor que termina de darle una personalidad distintiva al trabajo. Con respecto a la propuesta musical, Caufield Schung (la otra mente detrás de Sweeping Promises) nos contó por Instagram que el disco debut buscaba "tomar un poco la austeridad formal del post punk, pero sin tenerle alergia al pop". Con respecto a Hunger... en particular, el coproductor y músico aseguró que el disco tuvo una composición muy rápida, la primera parte fue escrita en una tarde. La grabación tuvo lugar en enero del 2020, por lo que si pensaste que el título "Hambriento por una salida" era una referencia a la pandemia y la cuarentena estás equivocado. Por su parte, el homenaje a las bandas clásicas del género es claro, pero la mismo tiempo hay lugar para lo propio y la experimentación, los sonidos electrónicos y el uso de sintetizadores limpios son moneda común, siempre acompañados de un bajo protagónico y al que vale la pena prestarle atención. Todas las canciones son simples y minimalistas, perfectamente amigables, fueron totalmente escritas, grabadas e interpretadas por la dupla Mondal-Schung (a excepción de "Falling Forward" que contó con Spencer Gralla en los parches). Aunque hay casos como en "Falling Foward" donde se ponen un poco más ruidosos y punkies. Algo diferente, pero al mismo tiempo clásico, de todas maneras, un gran trabajo.
Podes escucharlo completo en:
Cauldron Black Ram - Slaver
La lejana tierra de Australia ha dado a luz a un buen número de bandas de metal extremo que llamaron la atención de los metaleros del mundo, las más importantes son, sin dudas, Portal y Mournful Congregation. Una de las mentes detrás de Mournful, Damon Good, formó a Cauldron Black Ram en 1996 en la ciudad sureña de Adelaida bajo el seudónimo de "Alim", junto a Denny Blake ("Esh"). Hasta el día de hoy han lanzado 4 álbumes y un par de EP's como un trío, Slave ha sido su último trabajo y cuenta con los mismos músicos que su disco anterior: Stalagmire (2014), con Alim en las guitarras, Esh en la batería y "Gruesome" (Ben Newsome) en el bajo, todos cantando en aunque sea un tema. Probablemente Slaver sea su placa más exitosa hasta el momento, cosechando un gran número de fans y buenas críticas en el popular sitio de Bandcamp. El sonido consiste en un conciso death metal, aderezado con bastante black metal y un poco de doom. La verdad es que no soy un gran fan de este género, es raro que me guste alguna banda de death o black, pero la verdad que este trabajo me gustó y cumplió mis expectativas, ya desde que vi esa portada me compraron. Es cierto, la combinación de death metal con black no es algo nuevo, para nada, Cauldron Black Ram no se concentra tanto en innovar como los otros 2 grupos mencionados más arriba sino que apunta a lo seguro de una forma muy efectiva. Digamos, si lo que buscas es un trabajo violento y oscuro, esto jamás te va a defraudar. La atmósfera que generan los temás es asfixiante, la estructura de la canción avanza con un medio-tempo aterrador, la gran mayoría de los tracks que componen Slaver son una aplanadora que avanza lentamente para pasarte por arriba y vos estás ahí quieto sin poder hacer nada. Aunque también hay lugar para canciones más rapidas y agresivas, como la que abre el disco, "Flame" (una decisión muy acertada ya que te deja eufórico con ganas de más) o el homónimo "Slaver" (temazo). No soy fan de la banda así que no reconozco cual de los miembros canta en cada tema, pero la diferencia es clara, hay temas más sucios y blackers en lo vocal y otros más death ("Stones Break Bones"), e incluso hay tracks donde canta más de uno (como en "Smoke Pours From the Orificies of the Crematory Idol", con mucha base doom). Los muchachos se presentan como una horda de saqueadores despiadados de ultramar en la descripción de Slaver en Bandcamp, la verdad que no los conozco, pero escuchando su despliegue de caos y agresividad que presentan, les creo.
Podes escucharlo en:
Eternal Champion - Ravening Iron
Probablemente Eternal Champion fue la banda insurgente que más ha dado que hablar en el pasado 2020, esto se debe al mundialmente aclamado Ravening Iron. La banda texana anda dando vueltas desde el 2012, pero realmente marcaron un quiebre con la salida de su primer trabajo The Armor of Ire en 2016, un disco que ha recibido una prominente atención en la escena y un cálido recibimiento de la crítica, por lo que su segundo trabajo tenía muchos fans a la expectativa y encima la vara estaba puesta alta. Lo que puedo decir es que los Campeones y su Ravening Iron superan cualquier tipo de expectativa, profundizan su sonido de heavy metal clásico épico y poderoso, lleno de riffs atronadores y estribillos gancheros, con sus momentos veloces y sus momentos a medio-tempo bastante balanceados (es más, los intercalan, la seguidilla de tracks consiste en un temita rápido y después uno mas denso y lento). Ya con la portada te das cuenta el tributo al metal de los 80's, creo que es eso más que un tema de mostrar mujeres desnudas o no, a este punto, el homenaje a la década dorada - en todo nivel - me parece tan obvio que ni siquiera tendría que estar mencionándolo. El sonido también tiene mucho de la decada ochentera, pero no suena a refrito. También hay un guiño muy claro a la "espada y brujería", un género fantástico oscuro, en el que destacan clásicos como Conan el Barbaro o Elric de Melniboné, este último es el Eternal Champion original, ya que así se llama una de las obras que protagoniza el personaje, escrita por el legendario Michael Moorcock. El tributo al género no es solo por la portada, las letras están repletas de relatos fantasiosos de poderosos guerreros, sangrientas y sucias batallas, míticas tierras ficticias e incluso una cita de Tolkien (que vendría a hacer todo lo opuesto a la "espada y brujería", pero bueno es un autor de literatura fantástica fundamental). Todo esto acompañado de un ambiente épico pero al mismo tiempo belicoso, como un ataque incesante al oyente, en donde los instrumentos cumplen un rol fundamental. Los músicos están afiladísimos, Jason Tarpey (el vocalista) es el único miembro fundacional que queda y realmente es clave para el estilo de la banda, tiene un claro dote pero no abusa de él, no está todo el tiempo buscando el agudo ni nada por el estilo. Es obvio que cuando menciono esto se nos viene a la mente Manowar (excetuando lo del vocalista), pero realmente la presencia de los King of Metal es una pequeña influencia que se suma a las demás, digamos Eternal Champion no suena, ni tampoco pretende, como ellos. Las canciones funcionan a la perfección, son cautivantes y si existe justicia en este mundo llegaran a ser himnos del género. Un disco de metal verdadero en estado puro, como les gusta decir a los fans de este estilo, Ravening Iron es, sin lugar a dudas, un clásico instantáneo del género y una de las mejores trabajos que nos dejó el 2020.
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