En este post me voy a enfocar en la repercusión del músico a lo largo de su carrera, digamos, desde su inicio en V8 hasta su actualidad, en esta última década. No es una biografía, ni un repaso de su vida, ni mucho menos. No es que esté organizado cronológicamente tampoco. Solamente es una reflexión, donde iré tocando algunos aspectos que me parecen interesantes comentar, y elaborar una opinión personal del porqué de este amor/odio que tanta gente tiene por el referente más grande del heavy nacional. De mas esta decir que es mi opinion personal, si te gusta y la compartís buenisimo, y si no lo haces, también.
Como comenté anteriormente en la reseña de Mundo Guanaco de Almafuerte, hablar de Ricardo Iorio siempre se encuentra ligado a alguna polémica. Nadie queda indiferente con lo que tiene para decir, tanto en canciones, como en entrevistas, estas últimas siempre siendo el medio ideal para que tire declaraciones picantes, o extremistas en algunos casos. Desde sus inicios como bajista y fundador de V8, ya era tenido como referente para un grupo minoritario de pibes que descubrian el heavy metal y encontraban en el grupo a ídolos que difundieran su forma de ver el mundo, el descontento con los hippies (músicos y público por igual), pero sobre todo y más importante, que expresaban la podredumbre y el cansancio de adolescentes que tenían que vivir todos los días en un régimen militar y en un contexto de violencia, represión y muerte. Mas que nada en Ricardo, que siempre fue muy directo para decir lo que no le gustaba de la escena del momento. A partir de ahí, ese número de fans no dejó de crecer; a paso lento, pero seguro. En la época de auge en Hermética, con una escena de metal nacional mucho más ensamblada, Iorio empezó a gozar de una popularidad mayor que en su anterior banda, pero sobre todo, de un respeto cada vez más grande e incuestionable. Lentamente se da a conocer un poco más en programas de televisión, dando algunas notas o entrevistas, en las que se lo percibe como una persona con firmes convicciones, pero sobre todo, y muy importante, con un rumbo fijo. Con una idea clara de lo que está a favor, y de lo que esta en contra. Por dar un breve ejemplo de esto: en el año 1994, dentro de un recital para jóvenes detenidos llevado a cabo en la cárcel de Caseros , en convenio con la Universidad de Buenos Aires, una periodista le pregunta "¿Qué pensás de la U.B.A?", a lo que el músico responde -"Me parece que esta obra es fantástica, es positiva, y cuenten conmigo y con mis compañeros para cualquier cosa que necesiten, a pesar de que no somos gente de carrera universitaria". Es decir, lo vemos dando una respuesta simple, a su puro estilo, pero razonable. Es el Ricardo que todos conocemos tirando un palo como siempre, en este caso remarcando que tanto él como su banda no son personas que han querido estudiar en la facultad, pero siendo entendíble y concreto en todo momento. Estos son rasgos que, con el pasar de los años, irían perdiéndose.
Ya para 1995 en adelante, con la separación de Hermética y la formación de Almafuerte, vemos a un Iorio mucho más dispuesto con los medios. Aparece más en vivo, lo vemos en cada vez más entrevistas, siempre con esa fuerte personalidad que lo caracterizába/caracteriza. Esto vino de la mano con la rivalidad entre su banda y el grupo de sus ex compañeros, Malón, que obviamente daba para ser mediatizado. Y bueno, acá empezó toda esta cuestión de si estabas a favor de uno o en contra del otro; así que por obvias razones, un gran número de heavys estuvieron del lado del bajista, aumentando su estatus individual. Lo que quedaba de la mitad de los 90´s siguió masomenos por el mismo camino: palos entre Ricardo y O'Connor, entrevistas, y algún que otro comentario mala onda, como el que tuvo contra los miembros la banda A.N.I.M.A.L., a los cuales boludeo más que nada por irse a grabar un videoclip a Estados Unidos, tratándolos de alguna manera, de "vendidos". Nada muy grave, y lo podemos tomar hasta con humor por toda su actitud de defender la música nacional y no irse a grabar en el "imperio" yanki. Toda esta década culminó con la separación abrupta de Malón y el festejo de Iorio. Con sus rivales derrotados, y con el crecimiento en convocatoria y discográfico de Almafuerte, entramos en la década de los 2000, y en el punto que me parece más interesante para tratar en el post: el fuerte quiebre en la figura de Ricardo. En varios sentidos: tanto musicalmente, como pública y personalmente.
En mi opinión, este es el inicio del declive de un grande: declaraciones sin sentido o para generar quilombo. Las entrevistas con el periodista Beto Casella (entre los años 2011 a 2013) catapultaron su popularidad a un nivel masivo, al costo de quedar como un chiste viviente por momentos, y por último, y no por eso no menos importante, la falta de calidad compositiva. Creo que todo esto, sumado a otras cuestiones personales, echó para atrás su estatus de intocable y transformo su figura completamente. Si es para bien o para mal, ya son cuestiones que van mas allá; pero Iorio ya no es el mismo, ni esta cerca de ser el referente elocuente que era en los 90´s. Es una realidad que hay que aceptar: es la sombra de lo que alguna vez fue. Y ustedes dirán: ¿ A dónde querés llegar? Quiero llegar a esta reflexión: el fanatismo por Ricardo esta desmedido. A partir de las payasescas entrevistas con Casella, la mayoría de los fanáticos no hicieron más que defender cada palabra dicha por el bajista, y ni hablar de la nueva oleada de "fans de Almafuerte" que surgieron a partir de su mediatización; un puñado de idiotas que no hicieron más que sobrevalorar su figura, sin saber el porqué. Y por cada año que pasaba, la cosa iría en ascenso (o descenso?). Actualmente llegamos a un punto donde, al menos así lo percibo yo, la parte musical de Ricardo ya no tiene importancia. Ni siquiera para él. No me interesa opinar de cuestiones mediáticas porque realmente me parece que todo ese chusmerio es lo que lo terminó sepultando, pero seamos honestos: como gran seguidor, me da bronca que el tipo este recomendando a artistas como Emanuel Dannan, por poner un ejemplo. Y no lo digo por el costado politico del tipo, sino nada más que por su estilo musical. Si desconocen quien es el chabon, no importa, digamos que nuestro mesías del heavy nacional está recomendando a un músico que tiene tanto rock como Callejeros. Es como una especie de Nickelback argentino: esa especie de rock melódico instrascendente que tiene menos huevos que The Strokes. Y yo me pregunto: ¿Qué diria el Ricardo Iorio de 1995? ¿Recomendaría a este tipo de artistas? Seguramente no. Se les cagaría de risa en la cara, o si esta de malos días los denigra de arriba a abajo. Esto es un ejemplo muy boludo, pero como esto, hay mil frases o declaraciones que uno percibe y te das cuenta que hubo un quiebre. Ojo, y no me refiero a esa foto que tuvo con el representante del partido nacional socialista argentino, Alejandro Biondini; su postura política no podría importarme menos. Y como critico una cosa, al mismo tiempo me parece estupido darle palos por su ideología de vida/política. Es una cuestión personal y mientras no mate a nadie, que sea lo más fascista que quiera. Eso no interesa, lo que me interesa es la actitud delirante que tiene al conversar con varios periodistas en estos últimos años.
Por otro lado, tenemos la cuestión mas importante: la parte musical y su carrera discográfica a partir de los 2000. Y acá el que quiera rasgarse las vestiduras que lo haga, pero hay que aceptarlo: su talento compositivo bajo mucho de nivel. Si bien a partir de "Del Entorno" el Tano Marciello participaría de manera constante en la composición (sobre todo en lo musical), el nivel de Almafuerte iría bajando tanto, que a partir de "Piedra Libre" cada disco sería mas medio pelo que el anterior. Y eso claramente es en gran parte por la poca inspiración del "perro cristiano". "Toro y Pampa" es un himno y la verdad no entiendo el porqué. Es un tema simple sin ningún gancho, insípido y hecho de taquito. Pero claro, como la letra nos habla de las costumbres argentinas de "carne asada, pan, agua y vino", cualquier imbécil un poco sensible ante esas cuestiones ya lo puso en el pedestal de himnos nacionales. Por una simple letra positiva sobre nuestras culturas. No por eso me parece una mala canción, solo que no esta a la altura de composiciones como "El Pibe Tigre" o "El Amasijo de un gran sueño", ni de cerca. Una vez que Iorio se afianzo y se dio cuenta del séquito de fans que tenía a dispocisión, dejo de lado esa ambición por crear verdaderos temazos y se centro más en letras personales sobre su nueva vida en el campo, reflexiones varias, o del sentimiento nacionalista. Y esto no tiene nada de malo, digamos, cualquier persona cambia de manera de pensar y es algo lógico; pero la base musical en la que se sostienen esas letras dejan mucho que desear, y líricamente no se la juega como en otros tiempos. "Pieda libre" (2001) es instrascendente. "Utimando" (2003) solo tiene para destacar "Con Rumbo al Abra". "Toro y Pampa" (1996) se torna muy aburrido, y su cierre en estudio con "Trillando la fina" (2012) levanta un poco el nivel, pero en ciertos temas que tampoco son una obra maestra. Es decir, tenemos un periodo de 12 años con álbumes hechos muy comodamente y sin ninguna muestra de esa genialidad que lo caracterizaba. Es más, si tengo que ser muy sincero, personalmente creo que el Almafuerte mas prendido fuego murió en "Del Entorno", que no me gusta mucho pero admito que es un buen disco. Y "Almafuerte" (disco) y "A Fondo Blanco" son muy irregulares, los salvo por algunos grandes temas que dejaron como "Triunfo" y "Convide Rutero", pero estoy siendo generoso. El legado de la banda mas representativa del metal en la actualidad, solo nos deja un excelente primer disco y otros 3 con buenas y malas canciones. Lo demás no importa.
Como punto final, quiero llegar a aclarar mis ideas en todo lo que hable. Basta de la sobrevaloración a la figura de Ricardo: su mejor momento paso hace rato, su época de talento puro fue en V8 y en Hermética. Esto por el lado de lo compositivo. Por la parte mediática/personal, ya no me parece el referente que siempre te dejaba algo para reflexionar. Desgraciadamente sus problemas en su vida personal a partir del siglo XXI lo transformaron en una persona muy diferente. Sin embargo, y acá meto un giro de tuerca, es entendíble perfectamente: el suicidio de su ex mujer, Ana Mourin, debió ser un golpe durísimo del que no pudo escapar. Como no banco a sus fanáticos acérrimos, tampoco me caen simpáticos sus detractores extremistas o "haters", atacándolo a nivel personal sin tener idea del infierno que debió pasar este tipo luego de semejante tragedia. Muchos hablamos de los errores o falencias del otro sin tener en cuenta el contexto o el motivo detrás de sus acciónes; o peor, muchas veces nos creemos dueños de la moral para hablar de lo que esta bien o mal, sin tener idea de lo que debe ser afrontar una situación tan horrible y dolorosa, en este caso el suicidio de un ser querido. Muchos odiadores de Ricardo atacan porque sí, cuando habría que ver cómo afrontarían ellos mismos una situación tan horrible, y ver como terminas mentalmente luego de eso. Dudo que mucha gente se recomponga. Él lo llevara de la manera que puede, que se habrá pasado de bocón en muchas ocaciónes, eso seguro, pero no podemos irnos al carajo matando a un tipo que, al menos para mi, quedo destruido emocionalmente. No nos vayamos ni a un extremo de amarlo y perdonarle todo, y tampoco al otro de odiarlo porque sí, como si fuera el generador del machismo, fascismo y demás problemáticas milenarias. Recordémoslo por sus grandes momentos, y en vez de prestarle atención a lo que (ahora) tiene para decir, prestemosle atención a sus mejores letras, que por suerte no son pocas.
Esta es una de las últimas grandes canciones que nos dejo:
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