Géneros: hardcore punk
Miembros:
Adrián Outeda: voz
Lucas Romeo: guitarra líder
Sebastian Erbino: guitarra rítmica
Leandro Novello: bajo
Leonardo Muinos: batería
Producción: tracks 1 a 9 por Don Fury; tracks 10 a 15 por Marcelo Depetro
Discográfica: Frost Bite Records
Lista de canciones:
01 - Debes quitarte el uniforme
02 - Patea el slogan
03 - No es por mi
04 - No demuestra interés
05 - Que todo sea para bien
06 - Cargando mi odio
07 - Siempre engañando
08 - Por debajo de tus Influencias
09 - Fe
10 - Discriminación
11 - Ceguera juvenil
12 - Mirando mi tiempo
13 - No emoción
14 - Violencia
15 - Tu fin
Como lo toque muy por arriba en las reseñas de Todos Tus Muertos, el punk en la Argentina no es muy variado que digamos. Si pensamos en los referentes mas populares, tenemos a Attaque 77, Flema y 2 Minutos. Los más veteranos nombraran a Los Violadores y los mismos TTM, y hace algunos años, se lo tiene muy en cuenta a Fun People. Pero sin duda, los nombres que más se le vienen a la cabeza a cualquier persona promedio son los 3 primeros ¿Esto es un problema? No, para nada. El problema es que el contenido de los representantes del punk rock nacional tiende a ser genérico y aburrido, en la mayoría de sus discos. Es increíble cómo un subgénero que se presta para tantas temáticas crudas y jodidas sea solamente tenido en cuenta para hablar de malos romances, alcohol, drogas y "yuta hija de puta". No es una temática que quiera abordar mucho en este post, pero la realidad es que nuestro punk se caracterizó (otra vez, en la mayoría de los casos, no en todos) por bandas que tocaban los mismos riffs repetidos, acompañados de letras que te las olvidas al mes porque no te dejan nada. Esto en la actualidad quizás cambio, gracias a la llegada del Internet y el acceso a diversas influencias que antes eran desconocidas; pero esta norma se sigue dando. Sin embargo, para inicios de la década de los 90's, llego la tan esperada influencia del hardcore americano e inglés. Sí, tardo como 10 años en llegar, pero pasó. Se formaron grupos que, en su conjunto, crearon la tan renombrada escena de Buenos Aires Hardcore, que trataba de cambiar la fórmula típica en cuanto a las letras abordadas, sumado a un sonido mas pesado. Esto se torno en un soplo de aire fresco que ayudaba a acrecentar una escena punk, que para ese momento era muy chica. De entre toda esta escena de bandas noventeras, hubo una que destacó más que otras, y que indudablemente marco un quiebre: No Demuestra Interés.
Oriundos de la zona sur de Buenos Aires, los N.D.I se forman en 1990, y luego de un par de shows en donde asientan una formación estable, el sello Frost Bite los ficha para ofrecerles la propuesta de grabar un disco. Según se dice, es el primer álbum de hardcore propiamente dicho editado en el país (obviamente si no contamos el debut de TTM), lo que le da todavía más peso de leyenda. Dejando de lado si es el primero o si es el quinto, lo importante es que este trabajo es una piña bien puesta, tanto para cualquiera que lo escucha, como para el género en si mismo.
Si bien en cuanto a sonido claramente no hay nada innovador debido a sus obvias influencias, en lo que sí marca una diferencia es en las letras. Las canciones abordan temáticas serias, crudas por momentos, pero lo mas importante, personales. No estamos ante mensajes sociales contundentes como lo hicieron TTM o Los Violadores, sino que los muchachos toman un camino de cuestiones más humanas que invita todo el tiempo a la reflexión. Me parece muy interesante la manera de tratar cuestiones como la traición, conflictos internos, o la falta de educación y de moral; todo sin caer nunca en metáforas estúpidas inentendibles, ni tampoco en ser idiotas que putean por putear. El equilibrio entre lo directo y lo complejo está muy bien conseguido. Ojo, también hay lugar para cuestiones más reales como en "Debes quitarte el uniforme" y "Patea el slogan", criticando la falta de opinión propia y el pensamiento ligado a las modas de turno; o en "Discriminación", donde no hace falta que explique lo obvio. Como esto, tenemos de todo un poco en un total de 15 canciones. Con una producción y mezcla a cargo de dos personas, el trabajo logra un sonido perfecto. A ver, perfecto para lo que un oyente de hardcore quisiera escuchar. Claramente es un sonido crudo, precario, pero que no llega a sonar espantoso, como un Damaged de Black Flag por poner un ejemplo. Se escuchan bien los instrumentos y no hay pifies tan marcados; quizás se le da más volumen a la voz que a las guitarras, pero tampoco es algo que moleste. Como dato interesante tenemos que, si bien el trabajo fue grabado en Buenos Aires, la mitad de la mezcla y producción se realizó en New York, de la mano del productor Don Fury quién ya había laburado con grupos de la talla de Agnostic Front. Es decir, el disco fue parido (en parte) en la cuna del hardcore a nivel mundial, y esto le sumo unos puntos a favor.
Por el lado de los músicos, todos están afilados. Pero sin dudas, Adrián Outeda es el que más se hace notar. Tiene una voz privilegiada para lo que es el género en este país; ostenta una capacidad de meter agudos poderosos y rasposos a la vez, los cuales quedan muy bien para lo que se escucha de fondo. Me hace recordar a una especie de O´Connor punk, pero con un poco más de matices en las notas a las que llega. Sobre los otros miembros del grupo, impecables: otro claro ejemplo donde prevalece la química en equipo, y no las virtudes individuales. Es decir: ninguno destaca más que otro, no hay un super guitar hero que toque a mil por hora, ni un bajista jazzero, ni un batero que te haga mil cambios de tiempo. Pero la simpleza de todos se compensa con una fuerza única, donde cada uno sabe que hacer. Es más, hasta se escuchan errores cuando tocan en algún que otro tema, pero esto, lejos de cagarte la experiencia, le da esa sensación de realismo a los temas, de no buscar la perfección porque no existe.
La cuestión final es ¿y qué pasa con las canciones? Y bueno, son el peso pesado de todo el asunto. Como dije más arriba, la composición es clave a nivel letras, pero musicalmente no se queda atrás. Las letras no brillarían tanto si no fuera porque la composición instrumental también esta muy aceitada. Se nota que los muchachos tenían onda y estaban con una carga de adrenalina que necesitaban descargar. Esto se escucha en unas bases sólidas, riffs memorables, punteos aceptables, y estructuras simples pero efectivas. No voy a ponerme a analizar canción por canción porque no era el caso para esta crítica, ya que como dije, este álbum vale mas como un todo, y no por individualidades. Todas las canciones son buenas; a uno le podrá gustar alguna mas que otra, y a otra persona viceversa, pero la calidad esta presente en las 15 composiciones. Claro que en mi caso tengo mis favoritismos: la fuerza puramente hardcore del inicio con "Debes quitarte el uniforme", los riffs increíbles de "Que todo sea para bien" y "Fe", la crudeza de "Por debajo de tus influencias" y "Mirando mi tiempo" o la emotividad de "Ceguera juvenil"; todos ejemplos de temazos que no van a dejarte indiferente. Si tengo que elegir por las letras, no podría hacerlo, casi todas te dejan algo. N.D.I hoy es reconocida como algo más que una banda de culto, teniendo el respeto desde el público punk hasta del metalero por igual. La banda no dejo indiferente a nadie, y si bien a algunos no les agrada tanto, sus ideas visionarias no se discuten. Por la influencia que generó en su momento de salida, por su respeto, por su calidad compositiva, y sobre todo, por ser una vía de escape dentro de la mediocridad genérica de la mayoría de discos punks argentinos, es que este álbum se merece nuestros elogios y mucho más que eso. Soltá un poco a 2 Minutos y encontrate con la realidad.
Puntuación: 9/10
Directo al mp3: "Debes quitarte el uniforme"; "Que todo sea para bien"; "Por debajo de tus influencias"; "Fe"; "Ceguera juvenil"
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