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Foto del escritorEl Halcón

Crítica/Reseña: Los Violadores - "Los Violadores" (1983)

Actualizado: 1 dic 2020

Género: punk rock


Miembros:

Enrique Chalar/"Pil Trafa": voz

Pedro Braun/"Hari B": guitarra

Gustavo Fossa/"Stuka": bajo y coros

Sergio Gramática: batería


Productor: Michel Peyronel


Discográfica: Sello Umbral


Lista de canciones:

01 - Mirando la guerra por T.V.

02 - Cambio violento

03 - Sucio poder

04 - Para qué estoy aquí

05 - Guerra total

06 - Estas muerto

07 - Represión

08 - Moral y buenas costumbres

09 - Un Producto de su sociedad

10 - Mujeres vengan a mi

11 - Viejos patéticos

12 - El Extraño de pelo largo (cover de La Joven Guardia)



"Vive un poco la realidad, la que hay acá. Estas sin chance antes de empezar, no te mientas más"


Para discos de rock argentino influyentes, tenemos ejemplos de sobra. Siempre se vanaglorian los trabajos de los grupos fundacionales como Almendra, Sui Generis o Pappo´s Blues; siempre se glorifica la carrera solista de artistas como García, Cerati o Spinetta; y siempre se sobre-analizan las líricas y las melodías de grupos como Patricio Rey, La Renga o Hermética. Ni hablar de la influencia a nivel músico-instrumental, como puede ser el caso de los álbumes de Spinetta Jade o Serú Giran, cuyo legado de esta última queda en ser como un "dream team" de la época de los 70´s, con 4 músicos claramente muy bien preparados e instruidos. Nadie niega la importancia de todos estas bandas, ni el peso de su discografía (quizás algunos estén más en duda que otros), pero en todos ellos faltó un elemento que es vital: generar incomodidad. Porque el rock, si vamos a las raíces más primitivas en su sentido de existir, es eso, el simple hecho de incomodar a los demás, de ser chocante para el público "general" o "mayoritario". Se trata, a mi forma de verlo, de traer una opinión o una visión de la realidad que no es compartida para nada con la mayoría de la gente. Ese elemento tan básico es lo que trajeron 4 muchachos en 1980, oriundos de la Capital Federal: Los Violadores habían salido de su escondite.



El contexto ya es más que sabido, pero si sos joven o simplemente no estas enterado, paso a resumir: dictadura militar que gobierna el país (desde 1976 hasta 1983), muchos conflictos sociales, malas políticas gubernamentales, economía cayéndose, pero lo más importante, una guerra contra Inglaterra y una seguidilla de asesinatos y atentados contra cientos y hasta miles de personas. No pienso entrar a profundidad en cuestiones políticas y demás, de cuantos desaparecidos hubo o cuantos no, porque no me considero un experto y tampoco me interesa. Lo que quiero dejar en claro es que la sociedad argentina pasaba por un periodo de miedo real y de mucha angustia y represión a nivel libertades individuales. Con gente del ejercito ejerciendo el poder, es lógico pensar que pondrían su mirada hasta en cosas que, realmente, no tienen mucha importancia, en este caso la música. Se prohibió pasar música en inglés en 1982 (por el conflicto bélico) en radios y televisión, y los grupos importantes de la época, que uno pensaría que con sus propios medios visibilizarían esta situación, se encontraban...limitados. Es decir, los mas importantes de ese momento, ya sea Spinetta con su grupo Invisible, el poeta de León Gieco, o el antes mencionado super grupo, Serú Giran, estaban condicionados a la hora de crear música, ya que deberían tener mucho cuidado de no componer alguna letra que sea referencial a lo ocurrido por aquella época. Cualquier signo de protesta podría costarles muy caro, ya sea con una amenaza o directamente siendo asesinados. Los representantes de nuestro "rock nacional" estaban cagados hasta las patas y más de uno decidió exiliarse a Europa hasta mejores noticias. Cabe preguntar: ¿esto es cuestionable?; Y, si hablamos de sentido común, no. Cualquier persona, o en este caso artista, con un mínimo de influencia, habría hecho lo mismo. Lo que sí cuestiono es el hecho de que se tenga a las canciones "El fantasma de Canterville" (Gieco), "Los dinosaurios" (García), "Canción de Alicia en el país" (Serú Giran) o "Todavía cantamos" (Víctor Heredia), por nombrar ejemplos, como heroicas críticas al régimen militar que retrataron la cruda realidad de ese momento, cuando para nada fue así. Podrán tener buenas intenciones, pero discúlpenme, la poesía no tiene nada de combativo o de chocante si el objetivo es hablar de situaciones extremas. Menos si algunos de estos músicos se fueron a vivir a otro país, eligiendo la salida fácil.



Toda esa otra visión de la realidad que estaba faltando fue traída a la mesa, como primera iniciativa, por Norberto Napolitano en su nueva agrupación, la legendaria Riff. Ellos fueron los primeros en empezar a mostrar, tanto en lo musical como en aspectos extra musicales, que la situación del país estaba lejos de ser solo un poco complicada. Era un momento muy jodido y desgraciadamente unas canciones con metáforas no estaban a la altura de la muerte que se respiraba en el aire. Con Riff dando el primer paso, para suerte de ellos hubo otros dos grupos que le secundaron en cuanto a la actitud: me refiero a V8 y los desprolijos que hoy nos toca comentar. El germen de Los Violadores empezó con una banda de nombre "Los Testículos", formada por Hari B (autonombrado el primer punk argentino) y Sergio Gramática. Con el pasar de los meses irían pasando algún que otro miembro, hasta que para 1981 se consiguió una formación estable con los personajes de Stuka y Pil Trafa, ambos uniéndose por el boca en boca o por haberlos visto en vivo y estar interesados en la propuesta. Hay que tener en cuenta que para ese momento, el punk en la argentina era una cosa inexistente; nadie entendía bien lo que era, y mucho menos se tenía mucha información sobre las bandas fundacionales o de cómo era su imagen. Es por esto que los primeros adolescentes en meterse de lleno corrían con todas en contra al salir a la calle luciendo alfileres de gancho, remeras recortadas, o la clásica cresta Mohawk. Directamente eran vistos como delincuentes, o como putos; una de dos. Volviendo a historia del grupo, es cierto que corrieron de antemano con una ventaja, ya que Hari B tuvo la posibilidad de irse a recorrer Europa y, entre esos viajes, conoció Londres y por ende a la cuna del punk inglés en su mejor momento. Con todo lo vivido en esa experiencia y con las influencias adquiridas (shows en vivo y la posibilidad de traerse discos fundamentales), la banda tuvo todas las posibilidades a su favor para plasmar un sonido lo mas cercano posible al movimiento original; la única diferencia iba a estar en las letras.


La famosa cresta Mohawk, importada a la Argentina por Hari B.


Si bien, como puede leerse, el contexto en Argentina era casi imposible para unos adolescentes que pretendían hacer una carrera tocando punk, a Los Viola no les importo. Luego de tomar experiencia en shows en vivo, con plata ahorrada, el interés de Michel Peyronel (baterista de Riff) puesto en ellos, y la mano del experimentado Mundy Epifanio como su manager, el grupo tuvo la suerte de poder contar con recursos para grabar el primer L.P de punk argentino; hecho histórico no solo en el país, sino en todo Latinoamérica. Dejando detalles del proceso de grabación de lado (como por ejemplo que el baterista tuvo que repasar todo el disco tocando solamente el tambor), el resultado final se consiguió en pocas horas. Quizás el punto clave para entender su sonido es la producción a cargo de Peyronel quién, sencillamente, era el indicado para dirigir el proyecto. Gracias a tener una experiencia en Londres tocando en una banda que era parte de la escena (Heavy Metal Kids), el músico tenía muy en claro cómo se debía plasmar el sonido de estos tipos. Es por eso que, si bien el audio se escucha crudo y con nulos arreglos de estudio, tampoco es un desastre inentendible para el oído. Tiene ese toque profesional que permitió que cada instrumento se escuche bien y como tiene que ser, sin ninguno quedar a bajo volumen. Pero estas cosas no serían tan importantes si el contenido no estuviese a la altura.



Para ir al grano de una vez, musicalmente el disco es una joya. Lo que escuchamos en toda su duración es lo mismo que en cualquier álbum de la Inglaterra del 1977: riffs crudos y rápidos, un bajo marcando la base en todo momento, una batería que no para, una voz que se desgarra en todos los temas, y una guitarra precaria que no le importa si está desafinada. Desde el primer minuto queda claro que esto va a ser diferente, que los tipos tienen otras intenciones, muy a contramano de lo mostrado por sus colegas. Si bien "Mirando la guerra por T.V" empieza con todo, la verdadera muestra de intenciones empieza en el segundo track, "Cambio violento", una declaración de principios en cuanto al descontento que tenían con los músicos/bandas de su época, clarísimo en la frase "estúpidos idiotas que no ponen calor". Al día de hoy sigue generando incomodidad, al menos a opinión personal. "Sucio poder" arranca más calmado y con un riff más distinguible; es un tema a medio tiempo que se volvería un clásico con el pasar de los años, y es poseedora de una de las mejores letras del trabajo: las consecuencias que le ocurren a cualquier ser humano una vez que consigue poder, sea del tipo que fuere, invitando a la reflexión en todo momento (con "poder" se refieren a un alto grado de influencia u estatus a gran escala). Las quejas sociales vienen en "Para qué estoy aquí", quizás el tema más "punk" propiamente dicho, tanto por su velocidad, su ejecución y por una letra que detalla varias injusticias de las cuales los muchachos reniegan. No es nada muy espectacular, pero pega bien en el disco. Sin embargo, con "Guerra total" vuelven a sorprender; la letra pertenece a Pil Trafa, quien hace notar su personal estilo para componer, diferente al resto de sus compañeros. El cantante nos habla sobre la situación post Segunda Guerra Mundial en Europa y Estados Unidos, un poco criticando lo que dejo a futuro (como la Guerra Fría la cual ellos nombran como la "guerra tercera") y otro poco siendo un descargo contra ideas políticas de la época; tranquilamente puede ser usado como un tema educativo. Me parece increíble cuando un grupo aborda estas temáticas; al menos en lo que yo conozco, son contados con los dedos los casos de otros grupos que se hallan animado a hablar de estas cuestiones de una una forma tan clara y entendible. Para destacar a la guitarra de Hari B, afiladísima en todo momento, a la vez que se manda uno de uno de los mejores riffs del álbum y de todo el "rock nacional".



El lado A finaliza con "Estás muerto", otra buena canción pero es más estándar en su contenido; unos riffs muy clásicos al estilo punk londinense y una letra nihilista, acorde a la situación, pero sin un contenido muy rescatable. Para arrancar el lado B, Pil Trafa vuelve a decir presente con otro tema de su autoría, y nadie sospecharía que este se volvería el emblema del grupo. "Represión" tiene todo lo necesario para ser un hit de punk rock; un "God Save the Queen" argentino. Un riff característico, un frenesí que garpa para cualquier show en vivo y una letra que fue fuertísima cuando salió y que logro volverse atemporal. Una verdadera crítica al régimen militar de 1976 (y al famoso "pueblo argentino") sin metáforas agradables. Tiraron todas las cartas arriba de la mesa y dijeron lo que nadie se animaba a decir. Pero como ya se ha hablado mucho de este himno, voy a pasar a los tracks finales, que honestamente me parecen de lo mejor del álbum. "Moral y buenas costumbres" es otro momento que te choca por su letra, una muy incomoda y cínica que habla de un tema tabú para la mayoría de las personas (por lo menos en 1983). "Un Producto..." es mi momento favorito de todos. La banda toca de una manera muy mala onda, con una energía que transmite mucha bronca. Y la letra ni hablar; otra reflexión pesimista/realista, pero de las mejor planteadas que tuve la suerte de escuchar. La canción es un relato del No Future Argentino; la cruda verdad de tener escasas posibilidades de avanzar en un país destinado al fracaso, sin más que el objetivo de, simplemente, sobrevivir como puedas. La letra la podes trasladar a nuestro 2020 y está igual de vigente, e igual de acertada. "Mujeres vengan a mí" hoy en día podría ser tomada como machista, obsoleta o definición que se te ocurra, pero para nada tiene una letra idiota; simplemente hay que saber rescatarle ciertas frases que tienen algo para decir ("¿Donde están las mujeres que piensen en serio?"). Pero por lo que vale este tema es por ser, instrumentalmente, el momento más sólido del trabajo. El rasgueo de Hari B es tremendo y el acompañamiento de bajo y batería no podría ser mas contundente. "Viejos patéticos" tiene otra letra en la onda de "Cambo violento"; un tema bien rápido que vuelve a criticar a los rockstars argentinos de ese momento, y si bien dura poco mas de un minuto, tranquilamente puede ser considerado un himno. Llegamos al final absoluto con otra rareza; un cover de un viejo tema de los 60´s, más para bailar que otra cosa, pero que los muchachos lo convierten, cuando va llegando a su final, en una gastada, en este caso para los hippies de pelo largo que tan poco aguantaban. Lo tomo más como una burla ya que cierran un disco tan serio y jodido de una manera cómica y socarrona; y por suerte, les quedó bien.



Me explayé más de lo que pensaba en esta reseña; la siento muy larga y tampoco es que tire mucha data "importante" o cosas del típico nerd, como anécdotas sobre los músicos en el estudio de grabación. Pero me sentía con unas ganas inmensas de comentar el mensaje tan visceral que nos deja el trabajo; siento que muy poco se habla a la fecha sobre él, quizás los elogios son para otra época del grupo, donde desarrollo un estilo propio y la gasto componiendo hits de gran calidad. Pero de este inicio noto que está un poco olvidado, y en este momento es donde más se tiene que recordar. Como siempre aclaro, esta es solo mi propia visión de las cosas, no estoy diciendo la verdad absoluta ni mucho menos. Aclaraciones aparte, el disco debut de Los Violadores fue, es, y será una enorme trompada de realidad. Una obra atemporal de nuestra música que sirvió como un cambio radical y como una puerta de entrada a otra forma de interpretar el rock en castellano. Y ese es el mejor logro que pudo haber hecho y por lo que, considero, se le debe tener un gran respeto. Plagado de adrenalina, es una de las obras mas importantes de la música pesada en nuestro país y, sin ningún miedo a equivocarme, la más incómoda de todas.


Puntaje: 10/10


Directo al mp3: "Cambio violento"; "Sucio poder"; "Guerra total"; "Un producto..."; "Viejos patéticos"














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