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Foto del escritorEl Halcón

Crítica: The Stooges - "Fun House" (1970)

Géneros: Proto Punk; Garage Rock


Miembros:

Iggy Pop: voz

Ron Asheton: guitarra

Scott Asheton: batería

Dave Alexander: bajo

Steven Mackay (invitado): saxofón tenor


Productor: Don Gallucci


Discográfica: Elektra Records


Lista de canciones:

01 - Down On the Street

02 - Loose

03 - T.V Eye

04 - Dirt

05 - 1970 (I feel allright)

06 - Fun House

07 - L.A Blues




Hace unos días se cumplieron 50 años de esta joya, y que mejor momento para hablar sobre ella que ahora. Luego de lo que comente en la reseña de su debut, The Stooges cierra la década de los 60´s con una obra muy oscura y totalmente diferente a la norma general que corría en esa época. La generación del "flower power" encontraba una especie de oposición en estos muchachos que no estaban de acuerdo en su manera tan delicada y amigable de ir en contra del establishment. Con un primer paso dado, y con colegas que los bancaban musicalmente (la gente de MC5 y The Velvet Underground), el grupo de Iggy y compañía empieza a armarse un terreno en shows en vivo, saliendo a presentar su álbum y dándose a conocer poco a poco como una banda peligrosa, diferente y con mucho potencial. Para ese entonces tocaron también en el épico Cincinatti Pop Festival, show emblemático que marcaba como la extremidad que iba creciendo en sus performances (sobre todo la de Iggy Pop) y donde compartieron escenario con unos jovenes Alice Cooper Band o con grupos más establecidos como Ten Years After y Grand Funk Railoard. En toda esa euforia de poder en vivo, la idea para su segundo disco era clara: plasmar esa euforia en el estudio.



Con la producción a cargo de un empleado del sello Elektra, un joven con poca experiencia de nombre Don Gallucci, los foragidos vuelven al estudio a mitad de 1970 y graban lo que a futuro se la consideraría su obra maestra. "Fun House" es un viaje de ida hacia la adrenalina sin retorno posible. Desde la portada, con esos colores rojo y anaranjado, te dan una idea de que lo que vas a escuchar está prendiéndose fuego. La gran diferencia con su antecesor es el cambio del tono oscuro por uno más fiestero, si podríamos decirlo así. Y no me refiero con fiestero a algo alegre, sino que las canciones apuestan a ser mas rápidas y desprolijas, a diferencia de lo escuchado en "The Stooges", donde los temas mantenían un ambiente de pesadez constante sumado con un poco de psicodelia. Para este segundo LP toda la cuestión oscura a nivel musical, queda como algo secundario, ojo, esto no cambia para nada la escencia de la banda; es mas, acá definen su propio sonido. Cada miembro maximiza sus capacidades y consiguen lo que habíamos intuido sobre ellos en el disco anterior: Ron Asheton mantiene ese talento para crear riffs pesados atrapantes, pero le suma más velocidad a la hora de tocar la guitarra y al mismo tiempo lo combina con mucho buen gusto para bajar los decibeles en momentos precisos. Scott mejora mucho su nivel como baterista; es más preciso y con mas habilidad, mete arreglos para cada tema dándole un toque personal, casi mas "jazzero" por decirlo brutamente. Dave Alexander no muestra grandes cambios en el bajo, marca la base como siempre y se lo escucha lo justo y necesario, le podemos dar a favor que aportó la intro de bajo del tema "Fun House", como momento destacable. Pero sin dudas el cambio más importante lo notamos en Iggy: explota totalmente su voz, forja una personalidad y un estilo propio, y es el que mas transmite esa sensación de traer el sonido que tenían en vivo, gracias a una energía mucho más salvaje que en el álbum anterior.




Pero lo mas importante, como siempre digo, es la composición, y de nuevo lo lograron. Como banda se nota una química increíble, superior a lo antes escuchado, cada miembro se afianza y cada uno sabe cual es su función y como hacerla, tanto Ron como Scott y Dave saben que el protagonismo hay que dárselo a la Iguana, y sin embargo nadie queda opacado. Todos dieron sus ideas para crear las 7 piezas del disco, temazos uno atrás del otro, algunos convirtiéndose en clásicos sagrados del punk. La creatividad del cuarteto estaba en un punto altísimo y, en su propia desprolijidad, logran la perfección. Todo arranca con el machaque de "Down On the Street" y ya desde el comienzo Iggy nos tira unos gritos que nos adelantan la fiesta que se viene. Es un tema que puede definir a todo el disco: potencia, alaridos, velocidad y hasta una calma por momentos. Cortito y al pie, en 3 minutos y medio se convierte en un himno. La misma onda se mantiene en "Loose", con una letra que en ese momento infartaría a cualquier conservador o hippie en frases como "pongo un disco de linda música y ahora te lo voy a meter adentro desde el infierno", con una sutileza evidente. La canción es la muestra de la mejora de cada músico, tiene todo, desde la velocidad de los riffs de Ron, sus pequeños momentos melódicos, la batería jazzera de Scott y la base a mil por hora de Dave. "TV Eye" sigue en la onda agresiva, quizás sea la canción más pesada de todo el trabajo y la más mala onda: Iggy muestra toda su ira y te da a entender que el pibe desganado del primer disco se transformo en un animal salvaje. Y por otro lado, Ron nos muestra que su genialidad estaba a otro nivel con un machaque particular que puede ser influencia clave en el heavy metal que vino después. El cambio realmente aparece con "Dirt", el cuarto tema y el más relajado de todos. No podemos decir que estamos hablando de una balada ni mucho menos, es un momento de total relax al estilo blues viejo, pero claro, con la personalidad podrida de los muchachos; acá bajan todo el exceso y las drogas que veníamos escuchando, se dan un momento para respirar y toda esa tranquilidad la plasman en 7 minutos excelentes. Es quizás el último momento que se nota la influencia psicodélica, pero hay que decirlo, esta vez se logro mucho mejor que en su disco debút. Se van a pudrir de leer el nombre de Ron Asheton, pero no me queda de otra: el aporte que hizo es demencial, y en este tema es donde se muestra su mejor faceta. El tenía tanto buen gusto que podía tirarte tres canciones bien bestias, y sin aviso, hacer algo totalmente distinto, relajado y "fumón", sin perder jamás su estilo. Desgraciadamente, estos detallitos se perderían en el sucesor, pero esa es otra historia. Gran canción, inmortal.



Luego de la pausa, el delirio nos ataca de nuevo con "1970", la pieza mas representativa y el clásico del disco. Iggy de nuevo nos canta que está aburrido el fin de semana y quiere encontrarse con una mina para pasar la noche, mientras de fondo escuchamos a la banda en su momento mas jazzero, con el saxo de Steve Mackay incluido, que le da ese toque distintivo en el final. Podemos tomar toda la canción como una intro para la siguiente, ya que la homonima "Fun House" viene por el mismo lado. Solo que acá se meten de lleno en hacer una "jam session" de casi 8 minutos, y con el nivel escuchado, el resultado era de esperar: uno de los mejores momentos de la historia del rock n' roll. Toda la esencia y la actitud de autodestrucción del grupo se pueden encontrar acá, una gloria, y no tengo más que decir. El cierre de todo esto viene con "L.A Blues", un delirio instrumental hecho a propósito, donde no se entiende nada de lo que pasa y nos deja pisoteados sin saber lo que nos pasó por encima.


Así llegamos al final, y la conclusión que puedo sacar es que estamos frente a un caos hecho disco. No hay palabras que lo puedan definir mejor. Es un completo desastre, pero en el mejor sentido de la palabra. The Stooges encuentra su sonido y lo explota al máximo en una obra obligatoria para cualquiera que este interesado en conocer los orígenes del punk rock. Si tengo que ser objetivo, no es perfecto por la última canción que, en definitiva, no aporta nada, y porque obviamente no tiene la sorpresa del disco debut, pero sería ponerme caprichoso. A 50 años de ser publicado, sigue sonando igual de atrevido y pocos pueden hacerle frente. No solo a nivel histórico reside su peso, sino también a nivel personal, ya que luego de grabarlo vendría la primera separación del grupo. Los motivos fueron muchos, pero entre ellos los mas destacables son el constante abuso de drogas duras (exceptuando a Ron) que complicaría mucho mas la relación entre los 4, tanto laboral como personal, la expulsión de Dave Alexander y su posterior muerte, y las nulas ventas del nuevo material que romperían su contrato con la compañia Elektra. Con todo este trasfondo, hasta podríamos estar hablando de un "disco maldito", como buena nota de periodismo chimentero. Pero bromas aparte, su legado es intachable, y su aporte para el rock, punk y música alternativa continúa hasta la fecha. Vayan ahora mismo a la casa de la diversión a ver si salen con vida.


Puntuación: 9.50/10


Directo al mp3: todo el disco menos "L.A Blues"





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