Hace más de 90 días que estoy sin salir a la calle más que para ir a comprar alguna boludes al chino de la esquina, el coronavirus nos obliga a estar en nuestra casa más que cualquier sentimiento de pertenencia o apego. El encierro nos pega a todos de diferente manera, pero es innegable que al menos una vez nos sentimos colapsados, saturados, eufóricos y tal vez una mínima sensación de claustrofobia. Extrañar a nuestros amigos, familiares, compañeros de trabajo o parejas es moneda corriente en la cuarentena. Pero por otro lado, tenemos la suerte de estar en un momento histórico único en el que nuestros antepasados no podrían ni soñar las comodidades que nos presenta la tecnología. Hoy en día, buena parte de nosotros está a un click de distancia toda la información que existe en el mundo y que ha existido. Ojo, no todos tienen la suerte de tener una computadora e Internet, las carencias materiales son, lamentablemente, una realidad en nuestro país y gran parte del mundo. Pero aquellos que contamos con la suerte de pasar esta cuarentena en condiciones relativamente dignas y con acceso a Internet, tenemos la posibilidad entretenernos con lo que se nos cante. Libros, vídeos, música, comics, redes sociales, películas, series, juegos, bla, bla, bla; en unos segundos pueden estar a nuestro alcance y brindarnos horas y horas de entretenimiento (pensar que hay gente que lo usa para bajarse Tik Tok). La red nos ofrece la oportunidad de expresarnos, ya sea dando una opinión, enseñándole al mundo nuestro arte/conocimiento y demás, básicamente crear formas de entretenimiento. Hoy voy a intentar hacer una combinación entre ambos, digo intentar porque hablar de un par series o películas (o discos, como en otros posts) tampoco es muy jugado, no estoy salvándole la vida a nadie, pero me viene bien para ocupar mi tiempo y quizás así, entretener a alguien, aunque sea por un par de minutos. No se ustedes, pero casi todo lo que hice en estos 90 días consiste principalmente en comer, dormir, boludear con la PC, escuchar música y ver televisión, estos dos últimos casos me dieron una fuente inacabable de materia prima para analizar y comentar en el blog. Generalmente hablo de discos, en esta serie de posts voy a hablar de series y películas, esas que me acompañaron a mi y a mi novia en nuestras horas de encierro y nos invitaron a viajar al mundo exterior mediante una pantalla. Obviamente no voy a hablar de todo lo que vi porque sino se me va la vida a la mierda, por lo que decidí rescatar algunas que me parecieron interesantes para comentar. Así que allá vamos.
Review: "Tiger King: Murder, Mayhem and Madness" (2020)
Origen: Estados Unidos
Distribuidor: Netflix
Por algún motivo u otro Estados Unidos siempre está en la boca de todos, a veces por cuestiones políticas o económicas, otras por motivos mediáticos-artísticos (series, películas, los Oscars, el Lollapalooza, etc.) o porqué el accionar de sus dirigentes está punto de llevar al mundo a una guerra que probablemente acabe con la humanidad. Sin embargo, hay algo que muchas veces aparece en nuestras conversaciones sobre el país norteamericano y quizás no somos consientes de eso, lo obviamos un poco: eso es la bizarrez que rodea a sus habitantes. No digo que sea algo general, quizás hasta sea algo anecdótico allá también, pero siempre nos sorprendemos cuando vemos en la TV o en Internet a esa gente rara devorando toneladas de comida chatarra en una competencia, divirtiéndose en estadios mientras un conjunto de monster trucks se destroza entre ellos, las franjas rojas y blancas y las estrellitas con fondo azul tatuadas hasta en el culo, terraplanistas en convenciones enormes, avalanchas humanas arrasando tiendas enteras en el Black Friday, etcétera. Si nunca estuviste en una conversación que contenga la frase "están todos locos los yanquis" probablemente hables muy poco con otros seres humanos. Siempre que pensamos en EE.UU. nos imaginamos un extenso territorio en el que podes hacer lo que quieras, lo más desquiciado y ridículo multiplicado por mil, y no no solo eso, sino que también van a aparecer miles de personas que les guste la boludes que haces y la lleve a un nivel más extremo. Los más politizados podrán decirme "bueno esa libertad total no cuenta si sos negro, latino, mujer, musulmán, nativo americano o pobre", pero no es mi intención ponerme a reflexionar sobre la desigualdad de posibilidades en este momento. Básicamente, si lo podes pagar, lo podes hacer, esa es la concepción que tenemos la mayoría del tiempo sobre el país más poderoso del mundo. De entre todas las cosas que podes comprar, una mascota tal vez sea lo menos sorprendente que haya en el catalogo, acá en América Latina también lo podemos hacer, pero si hablamos de mascotas exóticas el cantar es otro. Vamos con un ejemplo, hoy en día se calcula que en Asia hay 6 subespecies de tigres, de todas ellas tan solo 3.800 ejemplares en estado salvaje. Por su parte, en EE.UU. hay 5.000, siendo el territorio donde se encuentra la mayor cantidad de tigres del mundo. De todos esos animales, el 95% se encuentra en manos privadas, ya sean zoológicos, santuarios animales o viviendas particulares. Existen estados donde es ilegal tenerlos, pero en muchos otros la legislación es relativamente permisiva o muy flexible (digamos que la ley está, pero es fácil hacer lo que se te cante el culo). Por lo tanto no es raro que haya muchos zoológicos privados por todo el país, muchos de ellos ni siquiera abiertos al público, son prácticamente colecciones de animales salvajes vivos. A grandes rasgos Tiger King es sobre eso, sobre el dueño de un zoológico privado G.W. Zoo : Joseph Allen Schreibvogel, mejor conocido como Joe Exotic. Durante los últimos 20 años , Joe ha albergado en su propiedad a un sin fin de animales salvajes: chimpancés, serpientes, jaguares, leones, leopardos, ligres, cocodrilos, pumas y, sobretodo, tigres.
Capaz que vos te preguntas ¿a mi qué carajo me importa una docuserie sobre un zoológico? no es interesante, para eso me bajo el Zoo Tycoon y me armo uno yo. Pero no hay nada más alejado de la realidad, si hay algo que es esta producción de Netflix es interesante. Joe Exotic no es un tipo común y corriente, es un redneck drogadicto estadounidense, con un corte ochentero y ropa extremadamente vistosa, que anda siempre enfierrado, un homosexual polígamo casado con dos hombres 25 años menores que él, de los cuales ninguno es gay, tiene su propia carrera musical con dos discos de country editados y varios videos musicales autoproducidos y grabados en el parque. El tipo también incursionó en la política, en 2016 se postuló como candidato del Partido Libertario a presidente y a gobernador de Oklahoma en 2018, obteniendo menos de 700 votos en ambas ocasiones. Pero bueno, la verdad es que si ves al presidente actual de EE.UU., te das cuanta que tampoco es tan rara la postulación de Joe o que alguien lo haya votado. Como si esto fuera poco, falta la cereza del postre, el tipo en la actualidad está preso desde el año pasado, por los cargos de intento de asesinato a sueldo y maltrato animal. Exotic tiene un odio excesivo hacia los defensores de los derechos de los animales, sobre todo hacia Carole Baskin, en su programa web - emitido todos los días durante más de 10 años en la página del zoo - se la pasaba despotricando contra ellos. Baskin es la dueña de un santuario felino en Florida, es una incansable defensora de los grandes felinos y ha llevado a cabo grandes campañas de concientización para acabar con la tenencia privada de estos animales, lo cual la llevo a tener varios conflictos con Joe Exotic. El Rey Tigre estaba obsesionado con ella, su programa web era casi una excusa para putearla de arriba a abajo y divulgar rumores sobre ella, en más de una ocasión la había hostigado, llegando a hacer una protesta - disfrazados de animales - en la entrada de la propiedad de Baskin o enviarle serpientes venenosas a su buzón de correo. El conflicto personal y legal entre ambos le consumió la cabeza a Joe, lo que provocó que, eventualmente, le pague a uno de sus empleados para que vaya a Florida y la asesine. A grandes rasgos, de eso trata la docuserie: de la vida de Exotic, su obsesión con Baskin y su eventual encarcelamiento. Sin embargo, es la forma en la que te lo cuentan y la bizarrez de sus personajes lo que hace a esta producción tan especial, hay momentos en los que pensás que estás viendo una falso documental, con una fuerte dosis de humor ridículo, pero lamentablemente no lo es. Todo empieza como un documental regular, se presenta a los personajes y la verdad es que se nota que a la mayoría le falta un par de jugadores, pero pareciera que nada está fuera de lo normal. Sin embargo, de a poco todo se va tornando más turbio, el mejor ejemplo para explicar esto es el de Carole Baskin, en un primer momento se nos muestra a una tranquila señora cincuentona, considerada por algunos como "la Madre Teresa de los grandes felinos", en todo momento ella misma se presenta como una persona tranquila y amena, totalmente comprometida con la causa de los derechos animales y con una onda bastante hippie. Pero a medida que pasan los primeros capítulos nos enteramos que Carole dista bastante de ser un ángel, resulta que la señora en cuestión recibe ingresos millonarios por año a costa de la exhibición de los animales de su refugio y, además, es la principal sospechosa de la desaparición de su marido en 1997 (Joe escribió una canción al respecto "Here Kitty Kitty", que cuenta con un video musical protagonizada por él y una actriz sorprendentemente idéntica a Baskin). Nada es lo que parece y lo que empieza siendo como algo fuera de lo común, termina siendo una retorcida historia llena traiciones, crímenes y personajes delirantes. Todo parece gracioso en un principio, no niego que más de una vez me reí con las payasadas de Joe o los desenlaces de algunos de sus planes; pero la realidad es que la historia que nos cuentan es cruda y dramática. No es mi intención spoilear, pero la vida de varios animales y un par de personas se ve finalizada trágicamente a lo largo de los años en los que transcurre el documental.
Por su parte, el programa fue un hitazo, probablemente se convierta en la docuserie más exitosa de la historia y uno de los productos de Netflix más vistos, llegando a alcanzar los elevados números de Stranger Things. La conclusión tal vez es que a la gente le gusta lo exótico y lo bizarro (me encuentro entre ellos) o que estas cosas nos divierten porque somos morbosos y la miseria ajena es barata, consumirla no nos cuesta. Sin embargo, creo que eso sería reducir demasiado todo lo que la miniserie documental encarna. Tiger King... es más que un montón de desgracias, delirios y anécdotas ridículas, el programa trata de manera no tan liminal ciertos temas de lo más complejos. En primer lugar, la idea del director, Eric Goode y Rebecca Chaiklin, era investigar en profundidad la tenencia de grandes felinos en EE.UU., lo que eventualmente provoca su encuentro con Joe Exotic. En sí, toda la obra gira en torno a ese tópico, además de Baskin y el Rey Tigre, los documentalistas visitan varios propietarios de zoológicos privados de grandes felinos, analizan y brindan datos de la situación en la que estos animales silvestres se encuentran y entrevistan a los dueños, uno más turbio y delirante que el otro. Por un lado tenemos a Doc Antle, dueño de uno de los zoológicos privados más grandes de norteamerica y un reconocido entrenador animal que ha preparado felinos silvestres para grandes películas hollywoodenses e incluso ha aparecido en presentaciones en vivo de Britney Spears con uno de sus tigres. Antle tiene una suerte de harén en su zoológico, sus empleadas son jóvenes mujeres que deben cumplir ciertos "requisitos de belleza y carácter", someterse a cirugías estéticas y vivir en la propiedad con él. Otro entrevistado es Mario Tabraue, un exconvicto de Florida aprisionado por construir un gran imperio de distribución y venta de marihuana y cocaína en el Miami de los 70's y los 80's . Algunos aspectos y hazañas del personaje ficticio Tony Montana (en la versión de Scarface de 1983) están basadas en el propio Tabraue. Todos estos personajes - Joe, Antle y Tabraue - tienen una clara tendencia al egocentrismo y la demagogia, acá es cuando aparece otro de los temas tocados por el programa de manera más modesta: el poder y la obsesión. En todo momento se recalca la sensación de poder que genera estar con un felino grande, jugar con él, entrenarlo y dirigirlo, tenerlo como mascota básicamente. Tanto Baskin, como los propietarios de zoológicos privados entrevistados, tienen en mayor o menor medida una constante necesidad de hacerse ver y demostrar su relación de amo-mascota con estos grandes cazadores. El tigre es un animal majestuoso que siempre ha representado lo indomable, esta imagen no es algo exclusivo de nuestra sociedad, en el milenario horóscopo los tigres simbolizan el poder. En la cultura hinduista, el tigre de Bengala es asociado con deidades como Durga (cuya traducción literal es "la invensible) o Shiva (dios destructor del universo y renovador del mismo), que son de las más importantes del panteón. El león siempre ha sido en occidente una representación de la valentía y estatus, desde la Antigua Roma hasta la Inglaterra postvikinga. Por su parte, el jaguar fue un gran sinónimo de poder en la América precolombina, apareciendo en los lujosos adornos de los kurakas (jefes políticos de la zona andina) o las vestimentas de los guerreros jaguares (las fuerzas especiales del ejercito azteca), entre otros. Por algún motivo que escapa a mi conocimiento, la humanidad siempre ha encontrado en los grandes felinos una alegoría al poder, y eso es una de las cosas interesantes de Tiger King... El descenso de Joe Exotic a la locura tiene mucho que ver con su creciente obsesión con su persona y la necesidad de demostrar estatus, al controlar a estos poderosos felinos. El tipo se hizo un programa web, una carrera discográfica y una política para auto alabarse. La obsesión del protagonista por martirizarse y mistificarse, sumado a su codicia, es lo que logra que nos divirtamos tanto, pero al mismo tiempo es lo que provoca todo el desastre que hoy lo tiene entre las rejas. Si miramos con atención cada vez que se pregunta a alguno de estos propietarios de zoológicos privados que pasaría si los defensores de los animales ganan la batalla legal y el gobierno intenta quitarle la tenencia de sus mascotas felinas, todos responden de la misma manera. Doc Antle dice simplemente que "todos las noches duerme con una AK-47 debajo de mi cama", dando a entender que no se dejara someter facilmente. Joe es menos astuto y habla porque el aire es gratis, va más allá y llega a decir que si alguien intenta quitarle SUS animales ocurrirá "un nuevo Waco"*(ver al final si no sabés que es). En ningún momento se menciona el hecho de que actuaran en defensa de los animales con los que desarrollaron un lazo sentimental, si alguien quisiera llevarse a mi perra, yo también me resistiría (no como estos psicópatas, pero haría algo), sino que siempre se habla en términos de propiedad, esos animales parecen ser simplemente un bien que aporta grandes ganancias a sus propietarios y alimenta sus acrecentados egos. Pero si todos estos personajes están igual de codiciosos, egoístas y trastornados ¿por qué es Joe Exotic el más reconocido y en quién se basa la serie? Creo que la respuesta se encuentra en lo que dije más arriba, el dueño de G.W. Zoo es una maquina de generar contenido que sobrepasa el límite de la ridiculez la mayoría del tiempo y, además, tiene una historia de vida y una forma de ser que, en ciertos momentos, nos hace simpatizar con sus desventuras (ojo, acá no estoy justificándolo, es un hijo de puta, pero por momentos la miniserie nos presenta situaciones en las que no podemos evitar sentir pena por él). Entonces, Tiger King: Murder, Mayhem and Madness se centra en la tenencia de grandes felinos en EE.UU. y la demagogia que genera en algunos individuos, contada a través de un personaje descabellado y dramático. No solo él, la mayoría de la gente entrevistada es bastante particular, no puedo dejar de mencionar a la mano derecha de Joe en su zoológico, John Reinke, un tipo cincuentón que maneja una especie de auto de carrera sin techo, con un payaso diabólico en el capot y con un esqueleto falso en el asiento de acompañante.
En fin, creo que estamos frente a un trabajo cinematográfico que sin dudas pasará a la historia por su éxito y por su historia tan increíble. Apenas en un año, la miniserie ha provocado una muy favorable respuesta de la audiencia y un sin número de reacciones y polémicas, a día de hoy ya hay un episodio bonus de Tiger King... en Netflix, donde se entrevista a algunos de los personajes luego del éxito que levantó el documental, se habla de una segunda temporada y se ha confirmado una nueva serie ficticia basada en Joe Exotic, que será interpretado por nada menos que Nicolas Cage. Las desventuras del Rey Tigre han tenido repercusión hasta en la política yanqui, el propio Donald Trump se ha referido a la serie en una rueda de prensa y ha bromeado con indultar al Rey. Todo esto nos da un parámetro de la repercusión que ha tenido la producción de Netflix. Creo que nadie puede poner en duda el bien merecido éxito de la obra de Goode y Chaiklin, la miniserie es igual de exhaustiva que entretenida. La forma en la que combina los tópicos que busca tratar con la historia de Joe Exotic me parece espectacular, el trabajo de investigación es enormemente exhaustivo, la forma en la que se nos presentan los hechos esta perfectamente organizada y montada. Realmente le recomiendo esta docuserie a todo el mundo con el que hablo de series o películas, no te va a cambiar la vida, pero estoy seguro que te va a atrapar y hacerte reflexionar. La pregunta principal es hasta donde puede llegar la propiedad ¿se puede poseer un tigre como a cualquier otro bien? ¿los animales exóticos deben estar disponibles para consentir nuestros caprichos más circenses? no lo creo, pero no es mi intención convencerte, el documental está para hacerlo. Lo único que tengo para criticarle es la forma en la que se construye el personaje de Carole Baskin. En mi opinión, la dirección del programa busca despertar un mayor interés en el espectador y su solución para hacerlo es crear un antagonista igual de nefasto que Joe, diseñar una suerte de dos demonios enfrentados. Carole siempre es presentada como la archienemiga del Rey, lo cual parece estar respaldado por la realidad, sin embargo, la serie busca implantar en nosotros la idea de que estamos ante dos individuos igual de peligrosos. Esto lo logran adjudicandole a Baskin el asesinato de su esposo, cuando en realidad es solo una especulación en un caso que jamás se ha esclarecido, la forma en la que las supuestas pruebas que incriminan a la "Madre Teresa felina" son puestas sobre la mesa como una verdad (nunca lo dicen de forma explícita, pero lo dan a entender), cuando no son más que especulaciones. No estoy negando que haya matado a su marido y lo haya hecho pasar como una desaparición misteriosa, es probable que haya sido ella, pero la situación es muy poco clara como para tratarlo de esa manera en el documental, me parece muy sensacionalista y poco serio. Eso no hace de Baskin una santa de mi devoción, puesto que ella también se llena los bolsillos a costa de los animales de su santuario o la explotación laboral de sus empleados, haciéndolos pasar por "voluntarios". Pero en todo momento se ve que los habitantes silvestres de su santuario y sus instalaciones están en mucho mejor estado que los de G.W. Zoo, Carole es una persona cuestionable cuanto menos, pero definitivamente no esta al nivel de Joe Exotic. Para cerrar y no alargarla más te aconsejo que la mires, estoy seguro que no te vas a arrepentir y seguro te va a distender del ya casi insoportable encierro, que después de todo, es el motivo de este post.
Valoración: Muy Recomendable.
*Con esto Joe se refiere al "asedio de Waco", una tragedia ocurrida en el estado de Texas entre febrero y abril de 1993. En un edificio cerca del pueblo de Wako, miembros de la secta de los davidianos se habían atrincherado luego de varios enfrentamientos con la policía. Hasta ese entonces 4 agentes habían muerto y 16 fueron heridos, por su parte, 6 davidianos habían perdido la vida. Pero todo empeoró cuando el FBI se hizo cargo del asedio, que acabo con el incendio del edificio y con 76 davidianos incinerados vivos. Por su parte aún no se sabe quien provocó el incendio si fue un accidente o fue intencional (ya sea por parte del FBI o los sectarios).
Staff:
Eric Goode: dirección y producción ejecutiva.
Rebecca Chaiklin: dirección y producción ejecutiva.
Chris Smith y Fisher Stevens: producción ejecutiva.
Damien Drake: cinematografía.
Doug Abel, Nicholas Biagetti, Dylan Hansen-Fliedner, Daniel Koehler y Geoffrey Richman: edición
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