Géneros: Roots reggae, ska.
Lista de temas:
01 - Jamaica Reggae
02 - Ojos de ciudad
03 - La nueva frontera
04 - Amanda
05 - Halei Selassi
06 - El ritual de la banana
07 - Socirep Sol
08 - Setenta y siete en el olvido
09 - Movida Rastafari
10 - Nada que perder
Discográfica: EMI Music
Origen: Buenos Aires, Argentina
Podrá parecerte raro encontrar esta reseña acá, después de todo, es un blog sobre rock ¿No? Aun así, es un disco del que me gustaría hablar, además el rock y el reggae son parientes, ambos encuentran su raíz en el rhythm & blues y otros géneros musicales cuyo origen musical se encuentran en las comunidades afrodescendientes de EE.UU. y el resto del continente. A su vez, considero que comparten ciertos elementos que los caracterizan; a nivel histórico, ambos se han ido influenciando mutuamente a lo largo de su evolución. Por lo tanto, en algunos casos hablar de rock no es tan distinto a hablar de reggae, son dos géneros eternamente hermanados, a pesar de sus respectivas individualidades. Algo que caracteriza al reggae, además de su típico ritmo lento y "amortigüado" (uso de la técnica denominada skank), hay ciertos temas recurrentes. El reggae, sobretodo el roots reggae, esta profundamente relacionado a la religión rastafari, la llamada "liberación negra" y la cultura jamaiquina. Por ende, temáticas como el consumo de marihuana, venerar los ídolos rastafaris, rechazar la vida en Babylon, abrazar una vida "natural", el regreso a Africa por parte de la comunidad negra, etcétera; son recurrentes en este estilo musical. El primer disco de Los Pericos no es la excepción, en su trabajo debut la banda bonaerense abraza tímidamente estos tópicos, más como un concepto para hacer música que como una forma de vida.
Los primeros discos de reggae internacional llegaron a Argentina a principios de los 80's, es decir cuando ya artistas como Bob Marley o Peter Tosh ya estaban consagrados. Los primeros en experimentar con esta novedad en argentina fueron bandas como Sumo o Los Abuelos de la Nada, siendo la primera la que más profundizo en el género; aunque el primer artista argentino en componer una canción de reggae fue, increíblemente, Dondald, en los 70's, con "Scaba Badi Bidu". Sin embargo, no fue hasta Los Pericos, que una banda se engulle totalmente en el reggae, en sentido musical y "filosofico" (al menos en lo que respecta a las letras); y no solo eso, sino que también lo convierten en un fenómeno ultra-popular. En 1987, la banda edita su primer disco pocos meses después de su primer show, para enero del año siguiente Los Pericos habían vendido 180.000 copias, sus hits sonaban a toda hora en cualquier radio e incluso aparecen en una película de Porcel, El Profesor Punk, y le hacen el sountrack. 10 años después, los muchachos tocaban ante 120.000 personas en un solo show, giraban por toda América, eran reconocidos como embajadores del reggae por Jamaica y tenían más de 1 millón de discos vendidos. A pesar de que en la actualidad se han vuelto un tanto intrascendentes, Los Pericos son una de las bandas más exitosas de nuestro país, la rompieron en todos lados; y mucho de ese éxito se basa en este disco. El Ritual de la Banana no es nada del otro mundo, pero supo convertirse un hito fundacional de uno de los géneros musicales más escuchados en Argentina; significó una placa totalmente innovadora y fresca para la época, sin realmente tener una propuesta muy rica. Sin embargo, es un disco perfectamente disfrutable, yo realmente lo hago cada vez que lo escucho; en su repertorio hallamos eternos clásicos de la música rioplatense como "El ritual de la banana" o "Nada que perder" y grandes canciones tradicionales e instrumentales.
Como dije antes, el sonido de El Ritual de la Banada, se asemeja al reggae clásico de artistas como Marley, Tosh o Toots & The Maytals y el ska, pero con una ligera bocanada de pop y del rock nacional que por esos años sonaba en las emisoras de radio, musicalmente era una propuesta bailable y divertida. A nivel estético se presentaban como un híbrido, tomaban ciertos elementos del movimiento rastafari, El Bahiano, vocalista, tenía dreadlocks, era afrodescendiente y se vestía como rasta; la mascota de la banda también (un perico fumanchero). El resto de la banda, por su parte, se vestía mas casual, más al estilo white reggae británico, con camisas y jeans. Esto es un fiel reflejo del discurso del conjunto en sí, osea hay unas letras que hablan de la religión, de la vida natural y el rastafarismo, pero no se lo tomaban tan en serio (medio como Venom con el satanismo), lo cual les valió de duras críticas por parte de los puristas. Como quiera que sea, el disco puso al reggae en el mapa y eso se debe a la difusión, por parte de los medios, de canciones como "Jamaica Reggae" o los ya mencionados "El ritual de la banana" y "Nada que perder". El primero fue automáticamente un éxito de FM, cualquiera que haya tenido una radio en Argentina la tenía que conocer; por más que la mayoría no entendía nada que decía, ya que la canción estaba en ingles. Intercalar canciones en español y en inglés es uno de los rasgos distintivos de Los Pericos, cosa que ya está presente desde sus primeras canciones; osea igual que Luca Prodan pero con un inglés de mierda, era como cuando el pelado quería hablar español. No es difícil entender porque este tema fue tan popular, primero tenía un sonido totalmente nuevo en la región (el reggae de Sumo y Miguel Abuelo eran más similares al de Reino Unido), tenía un estribillo pegadizo y los instrumentos de viento que acompañaban eran más que compradores y alegres; osea si no terminabas cantando "welcome to jamaica reggae", tarareabas la parte de la trompeta. La letra era medio como una ensalada de tópicos presuntamente asociados a este tipo de música, vení a fumarte un porro conmigo que no hace mal y esta bueno, la vida reggae y meten a Africa así al voleo; claramente lo importante acá era la melodía fácil de asimilar y disfrutar. Le sigue uno de mis temas predilectos, es más tranquilo que su antecesor, su riff de guitarra e instrumentos de viento me parecen un toque más interesante también; por su parte la melodía es bastante amena, de las mejores del disco. La letra nos habla sobre la persecución policial hacía los consumidores de marihuana y la falta de libertad que impone la vida en la ciudad, donde se esta constantemente observado. Sigue "La nueva frontera", uno de mis instrumentales favoritos en general; me transmite una gran sensación de tranquilidad, cada vez que lo escucho siento que estoy de vacaciones en una playa paradisíaca (lo cual es un gran logro, la última vez que vi el mar tenía 14 años), como la de la portada del disco. Es prácticamente la base instrumental de "Nada que perder", pero con algunas pequeñas modificaciones, por ejemplo, aparece un coro que acompaña perfectamente las lineas de guitarra, las cuales se pueden apreciar mejor acá que en el mega-hit. Más adelante nos encontramos con "Halei Selassi", una gran canción que nunca obtuvo la atención que merecía; es el típico tema de roots reggae; tiene un ritmo lento y un estribillo pegadizo, a los 5 minutos de terminar el disco siempre termino cantandola o tarareandola. Creo que uno de los puntos más interesantes es su letra, Los Pericos van más en serio con el rastafarismo ahora. Halei Selassi I fue el último emperador etíope, depuesto por la revolución marxista-leninista que triunfó en su país en 1974; un año después de esto desapareció, probablemente asesinado por sus captores. Sin embargo, tanto muerto como vivo fue considerado una deidad, pues para la religión rastafari es visto como la representación de Jah (Dios) en la Tierra; esta canción fue escrita en su memoria. Luego comienza el himno de la banda, el que le da nombre al disco, "El ritual de la banana", un tema atípico entre los demás, ya que es bastante rápido y frenético; estamos hablando de una canción de ska y no de reggae, perfecta para poguear y saltar en grupo. Cuenta con un solo de saxofón copadísimo (de la mano de "Picas") y un Bahiano muy versátil, con una onda muy arriba, demostrando que es un gran frontman. No hay mucho más que decir respecto a la segunda parte del disco, que es la mejor mitad sin dudas; todos los temas son rescatables. Creo que de entre todos, el que más destaca es "Nada que perder", mi predilecto, el cual tiene una melodía perfecta, el del famoso "fumate una chala que esta todo bien" (frase que el público suele cantar en la parte del estribillo, pero la canción esta en inglés y dice algo completamente distinto), de la parte instrumental ya hablé en "La nueva frontera". Hay una gran confusión respecto a esta canción y el track que le sigue, "Movida Rastafari", decimo y último tema del disco; los nombres estan invertidos. En "Movida..." el Bahiano repite constantemente en el estribillo "Nada que perder, que hacer por Babylon", lo que nos hace pensar que "Nada que perder" debería ser el verdadero nombre del tema. Osea, para que quede claro, el track 9 debería llamarse como el 10 y viceversa. Según los propios músicos al principio fue un error, pero decidieron dejarlo para generar confusión, a modo de joda. Con respecto al estribillo de "Movida Rastafari", tal vez te preguntes a que refiere con "Babylon", la respuesta corta es que es otra canción que refiere a las creencias del movimiento originado en Jamaica. El Rastafarismo tiene sus origenes en las creencias judeocristianas, por lo tanto mucho de su canon tiene que ver con la historia de Oriente Medio; ahí aparece el concepto de "Babylon", que es Babilonia en inglés. Babilonia fue la ciudad capital, ubicado en el actual Irak, del imperio babilónico; tuvo una importancia vital durante el segundo mileno antes de Cristo, siendo el centro de comercio más grande de su tiempo. Sin embargo, para los rastamen tiene un significado más profundo; Babilonia representa el centro del pecado, la ciudad pone en manifiesto los rasgos más bajos de la humanidad (envidia, odio, enojo, lujuria, etc.) y los potencia. Babylon es un concepto abstracto que encarna el mal, en oposición a Zion (que vendría ser como el paraíso), por lo tanto es vital alejarse de sus garras y abrazar una vida en armonía con la naturaleza, creada por Jah. Me pareció interesante rescatar esto para aportarle mas sentido y contexto a la canción, así como al disco en general.
En conclusión, estamos frente a un álbum histórico, vital para los oídos de aquellos que busquen entender la música moderna de nuestro país. Sin embargo eso no lo hace un gran disco; a nivel personal creo que es un disco que le tengo cariño y disfruto por demás, está entre mis 150 discos
preferidos sin dudas, pero viéndolo desde un punto de vista objetivo creo que está lejos de ser una obra maestra, es más importante por lo que significa que por lo que es. No me malinterpreten, es un buen disco, cumple con su objetivo de entretener y generar éxitos de la radio; pero creo que en algunas cosas se queda corto; la calidad de audio podría haber sido mejor con el reconocimiento y fondos que tenían, digamos que no envejeció bien, algunas canciones son demasiado simples y aburren, como es el caso de "Amanda" y las letras son bastante chotas en la mayoría de los casos. Creo que esta pobreza lírica se debe a que la mayoría de las canciones están en un idioma que los integrantes apenas conocen, por suerte corregirían esto en sus trabajos posteriores. Por otro lado, a favor de la placa puedo decir que es muy entretenido de escuchar, las canciones se diferencian fácilmente entre ellas, tenés un tema poguero movidito tipo ska, canciones relajantes tipo "Ojos de ciudad" y "Setenta y siete y en el olvido", o algunas donde los muchachos se ponen un poco experimentales con sus instrumentos como en "Socirep Sol". Trate de tener en cuenta estos factores para la puntuación final, intentando dejar de lado mi gusto personal. Considero, además, que es un ejemplo perfecto de como hacer reggae clásico, no por nada el país que vio nacer este género los nombró embajadores del mismo. Los Pericos representa el sonido característico de una era, sonaron en todos lados con tan solo un disco y llevaron la bandera roja-verde-amarilla a todos los rincones del territorio nacional, el género musical que interpretaron paso de la nada misma a la popularidad extrema, ahora todo el mundo conocía a los sonidos de Bob Marley y compañia. Ellos allanaron el camino para un sin fin de bandas de reggae argentinas, sin estos 8 tipos y su álbum el canto hubiese sido otro, pues fueron Los Pericos quienes le dijeron "welcome to Jamaica reggae" a 30 millones de personas.
Directo al Mp3: "Ojos de ciudad", "Ritual de la banana", "Setenta y siete y en el olvido"
Puntuación: 7,5/10
Staff:
El Bahiano: Voz
Guillermo Bonetto: Percusión y Coros
Ale Perico: Bajo
Marto Gutman: Teclados
Juanchi Baleiron: Guitarra
Topo Raiman: Batería
Willie Valentinis: Guitarra
Picas: Saxo
Roberto Fernández y Mario Brewer: Técnicos de grabación
Javier Calamaro: Productor
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