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Foto del escritorMarley Jevi

Review: Tygers of Pan Tang - "Wild Cat" (1980)

Género: NWOBHM

Lista de temas:


Lado A

01 - Euthanasia

02 - Slave to Freedom

03 - Don't Touch Me There

04 - Money

05 - Killers


Lado B:

06 - Fireclown

07 - Wild Catz

08 - Suzie Smiled

09 - Badger Badger

10 - Insanity

Origen: White Bay, Inglaterra, Reino Unido

Discográfica: MCA Records


A fines de los 70's, en pleno boom del punk, en el Reino Unido se estaba gestando un movimiento de bandas que reivindicaban el heavy metal y levantaban la bandera de Judas Priest y Black Sabbath. Con el estallido de la Invasion 77, las discográficas no estaban interesadas en encontrar nuevos talentos fuera del punk rock, así que estas bandas metaleras se fortalecieron en el under. De este movimiento, que pasaría a ser llamado New Wave of British Heavy Metal (NWOBHM), saldrían grupos estelares como Saxon, Venom, Iron Maiden y Def Leppard. Pero hoy hablaremos de una banda que, si bien no tiene el éxito de las 4 recién nombradas (y mucho menos la guita de los últimos dos), gozó de un gran renombre a principios de los 80's y hoy en día tienen un status de culto. Estoy hablando de nada menos que de Tygers of Pan Tang, cuyo disco debut es el elegido de hoy para comentar.

El ambiente del metal era muy distinto por aquellos años. Lejos de la ostentación y la vida lujosa atribuida al glam metal de fines de la década, las músicos de heavy metal británico de principio de los 80's eran casi todos obreros o provenientes de familias obreras. Así que imaginate su situación de mierda en un Reino Unido hundido en la crisis económica y con una tasa de desempleo que había llegado al 20%. En un contexto así, la música era el único escape a una vida de incertidumbre y trabajar en una fábrica. Los recitales no eran en glamurosos bares o grandes estadios - todo lo contrario - las bandas de la New Wave of British Heavy Metal (nombre que recibiría el movimiento) tocaban en bares de trabajadores bastante improvisados, sobre todo si vivías fuera de Londres, donde se vendía cerveza barata y la gente se sentaba alrededor de grandes tablones que funcionaban como mesas. El propio Jess Cox, vocalista de Tygers of Pan Tang en Wild Cat y durante los primeros años de la banda, asegura que las funciones en estas "salas" consistían en hacer dos sets de 45 minutos entre el bingo y la rifa de fiambres (un sorteo cuyo ganador se llevaba a casa una bolsa de embutidos). No se permitía hacer pogo hasta las 10 de la noche, se les pedía que toquen la mayor cantidad de covers posibles - la elección común era AC/DC, The Beatles, Ted Nugent y Motörhead - la gente muchas veces no tenía ni ganas de escuchar a estos tipos y les revoleaban vasos de cerveza. A día de hoy, todo esto suena muy raro y anticlimático si vas a ver una banda de heavy metal, pero así eran las cosas y este tipo de eventos les permitió a las bandas de la NWOBHM practicar su sonido en vivo y moldear sus canciones según la respuesta de público.


A su vez, la filosofía punk del DIY (do it yourself o "hacelo vos mismo" en criollo) había calado muy fuerte en los jovenes heavys de la época, por lo que la mayoría de ellos editaban sus singles o EP's con sellos discográficos independientes que podían llegar a fin de mes con la venta de pequeñas tiradas de vinilos. Para 1980 el punk rock inglés tradicional estaba con un respirador artificial, las condiciones estaban dadas para que un nuevo fenómeno musical tome las riendas entre la juventud hambrienta de transgresión, y ahí estaba el metal británico para darse a conocer.



En ese contexto Tygers of Pan Tang, una banda del norte inglés - particularmente de la ciudad portuaria de White Bay - lanzaba Wild Cat. Luego de varios años tocando en bares y haciendo giras al interior del país fueron fichados por la compañía independiente Neat Records, con la que grabaron un par de singles de éxito considerable. Mientras la banda tocaba, la novia del batero vendía los 12' en la puerta, ídola. Estos lanzamientos llamaron la atención de la multinacional MCA, con la cual grabaron su debut en tan solo 11 días, en el estudio Morgan, al norte de Londres.


Este es un disco muy importante para mí. Cuando era un pendejo de 15 añitos, allá por el 2013, me topé con esta extraña cosa llamada NWOBHM. A mi me gustaba mucho Saxon y Maiden, y amaba a Judas Priest, así que era cuestión de tiempo hasta que me tope con este maravilloso movimiento. Hoy en día es una de las cosas que más escucho y eso es en parte gracias a los Tygers. Ya con el nombre captaron mi atención, es bastante llamativo, recién este año me enteré que proviene del universo ficticio fantástico de Michael Moorcock y su exitosa saga Elric de Meldiboné (saga que merece un post aparte para comentar su relación con el mundo del metal). Cuando escuché la placa por primera vez, me sorprendí con el salvajismo y la energía desplegadas, ahí entendí que este tipo de música era la indicada para mí, al principio me gustó, pero con los años se convirtió en uno de mis discos favoritos.


Desde el minuto 1, con "Eutanasia", nos damos cuenta que estamos frente a una demostración de euforia total. El redoble de batería y el tremendo riff que dan inicio a la canción te llenan de adrenalina, dejándote con ganas de más. Otro elemento a destacar es la irremplazable voz de Jess Cox, el tipo no es un virtuoso ni nada, pero tiene una personalidad vocal que desborda de actitud. Su estilo oscila entre lo excéntrico y lo sucio, lo callejero. "Eutanasia" cuenta con todo lo que uno espera escuchar en un grupo de la NWOBHM: un riff demoledor, unos estribillos gancheros y acompañados de power chords, un solo caótico, junto a un poco de velocidad y agresividad. "Slave to Freedom", el tema que sigue, deja entrever mejor las influencias de los muchachos de White Bay, el aporte de Motörhead y Thin Lizzy es muy claro, pero de todas maneras la banda sabe muy bien como imprimirle un sello personal. A continuación está "Don't Touch Me There", el single más exitoso del disco y el mas representativa de los Tygers. Es un temón, pero creo que el disco está lleno de mejores ejemplos, el track sigue en la linea de sus predecesores, pero con más pavoneo y un intento de agregar una pisca de seducción, a lo Robert Plant. "Killers" nos presenta un Rocky (bajista) con mayor protagonismo - al igual que en el tema que sigue - y un potente solo del autodidacta Robb Weir, con tapping y todo. Ya en la segunda mitad nos topamos con "Wild Catz", todavía más directo y menos producido que los anteriores. Realmente suena muy crudo. Es un tema claramente autorreferencial, su estribillo repite simpáticamente "somos los Gatos Salvajes", asociándolos también con una banda de motociclistas. El sonido se acerca más al hard rock de los 70's que el heavy metal que venían interpretando. El octavo track llega de la mano con "Suize Smiled", un hitazo que nunca fue y con un estribillo muy pegadizo. Iron Maiden te metía 10 notas más por segundo, Saxon avanzaba implacable a lo largo de sus canciones como una moto en una autopista, pero Tygers of Pan Tang sabe cuando crear expectativa y un ambiente misterio aprovechando los silencios o llevando a cabo momentos instrumentales densos, logrando así canciones emocionantes de una forma muy particular. Esto lo podemos notar en temas como "Suize Smile", "Killers", "Badger Badger", "Money" o "Insanity". Los últimos 2 temas son igual de interesantes que todo el resto del disco, la calidad se mantiene pareja en todo momento, "Badger Badger" es el más pesado del disco e "Insanity", por su parte, es más propenso a la teatralidad y la experimentación. Creo que este es el tema en el que más se nota una intención de crear un aura apropiado para acompañar una letra como la de "Insanity" (demencia). Un cierre con broche de oro.


En lo que respecta a la producción, esta estuvo a cargo del histórico Chris Tsangarides, que si bien no metió mucha mano en las consolas, porque al verdad es que el LP suena muy crudo, sí aportó muchas ideas, según el propio Robb Weir, a la hora de grabar los instrumentos. Por su parte, las letras son quizás lo menos destacable, la mayoría van a tópicos recurrentes como el sexo, la vida en la carretera, asesinos, etc. Pero en temas como "Slave to Freedom" encontramos mensajes más serios que dejan ver una clara postura política antiautoritaria y pacifista. Suele decirse que la NWOBHM era un movimiento bastante despolitizado, pero creo que eso es una tendencia muy superficial, si uno lee las letras con detenimiento va a encontrar, de vez en cuando, este tipo de ejemplos. No podemos asociar el movimiento a una corriente política, pero sí se puede afirmar que mucho de su contenido daba un mensaje político directo. Por otro lado, también esta "Insanity" que nos presenta una interesante reflexión personal de autopercepción.

Así llegamos al fin de la review del Wild Cat ¿qué puedo concluir? creo que mi opinión ya quedó bastante clara. Hoy en día palabra "infravalorado" está usada hasta el hartazgo, yo no se hasta que punto este disco no recibe la atención que merece, creo que es más bien una joya oculta, un premio para aquellas personas que no paran de buscar en los anales de la historia del metal. A día de hoy, quizás a muchas personas no les parezca la gran cosa, ya pasaron 40 años y todo lo que vino después llama mucho más la atención que cuatro ingleses que se hicieron un nombre tocando en bares con rifa de fiambres. Pero para mí la frescura y la energía desplegadas en esta obra maestra no conocen el paso del tiempo. No me malinterpreten, su sonido es muy propio de un contexto (los años de oro de la NWOBHM), pero aún así sigue rompiendo quijadas hasta el día de hoy. No eran los más pesados, ni eran los más rápidos, mucho menos los más virtuosos, pero estos 4 tipos juntos tenían una química incomparable, que logro crear un trabajo único. Ni siquiera les interesaba ser serios o virtuoso, el baterista usaba el apodo de "Big Dick" (Chota Grande). Los riffs desenfrenados y los solos demenciales de Robb, sumados a las vocales gamberras de Jess, dan como resultado una de las mejores duplas de la New Wave of British Heavy Metal. Si a esto le sumamos la solida base de bajo que Rocky sabe interpretar y la inagotable pasión de Big Dick por pegarle a los parches sin descanso, haciendo bullicio siempre que puede, tenemos la formula de este disco. El sonido tampoco es algo totalmente nuevo, peor si se nota genuino, una banda de pibes que escuchaban Thin Lizzy, Motörhead y algo de ZZ Top y los Sex Pistols que quisieron hacer música ruidosa sin vueltas y con mucha actitud. Como dije antes, este es un disco importante para mí, a partir del Wild Cat me di cuenta que había vida fuera de las 5 bandas más conocidas y que era necesario que las vaya descubriendo, este disco marca el principio de mi obsesión con el heavy metal. Algo que tuvo sus altibajos a lo largo del tiempo, pero que hasta el día de hoy siempre tengo presente. A la primera escucha te puede parecer algo bueno, pero nada del otro mundo, sin embargo, con cada escucha creo que van aflorando cosas cada vez más interesantes. En fin, es un gran trabajo, no vas a encontrar algo totalmente innovador, ni una demostración de músicos super habilidosos, pero para mí tampoco hace falta. Porque así y todo es uno de los mejores ejemplos de su generación. Si buscas heavy metal - con una marcada influencia en el hard rock - sin vueltas, con riffs arrolladores y coros gancheros estás en el lugar correcto. La huella de los tigres está ahí para todos aquellos que deseen seguirla.


Puntuación 9/10


Directo al Mp3: "Euthanasia", "Slave To Freedom", "Don't Touch Me There", "Wild Catz", "Suize Smiled".


 

Staff:


Rocky: bajo y coros

David "Big" Dick: batería, gong

Jess Cox: vocales

Robb Weir: guitarra y coros


Chris Tsangarides: producción e ingeniería

Andrew Warwick: asistente

Cream: diseño y arte de la tapa

Pete Vernon: fotografía



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